En una conversación con un par de amigas, una dijo que le dijeron: "en la vida uno tiene los polvos contados, como se decida distribuirlos es asunto de cada quien". Si eso es cierto y en caso de que funcione como las tarjetas de cliente frecuente, yo tengo un montón de puntos acumulados, digo, polvos acumulados.
Así que es hora de comenzar a canjearlos, esta tarea se me ha hecho prioridad con mi paranoia del fin del mundo en el 2012, bueno, con tanto terremoto, clima loco y volcanes activos no me pueden culpar.
El viernes, por culpa del del alcohol y un sano juicio debilitado, hice el primer contacto para canjear esos polvos y... nada, apesar de sus propuestas indecorosas por teléfono y msn, él solo respondió mi sms con un hola ¿quien sos? Con el ego herido y la expresion de asombro de no poderme creer que el mae no tenga mi numero si me llamado antes, decidi mandarlo a la m...
Al otro dia de goma y decepcionada me puse a pensar que no hay mal que por bien no venga, me puse a pensar que por más que si me hace falta el "manoseo sangoneo" cuando me imaginaba con el mae, no me imaginaba el acto, sino el antes y después, las conversaciones, la compañía, la relación. Se muy bien que de él no puedo esperar eso, yo se lo que él quiere y me lo dijo explícitamente. Yo quiero más, el combo completo y a el no le puedo pedir eso, no va a cambiar de opinión por mi, a los hombres no se les puede cambiar.
Así que no insisto, al menos no con él, seguiré acumulando polvos para quien se de cuenta de lo mucho que valgo y sepa que estar conmigo es una experiencia única y reservada para pocos privilegiados.
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