No se si es el final de la espera, pero esta semana una llamada cambio mi vida; por lo menos por los próximo seis meses. Me ofrecieron un trabajo temporal, el cual decidí aceptar por falta de plata y por que el encierro domestico me tenia mal.
Aunque tenia mis recelos y temores por el lugar, resulta que estando adentro no es tan intimidante. Serán seis meses de mucho estres y de cero vida social, pero espero poderme quedar y que me den la plaza; no quiero volver al infierno de la incertidumbre, la depresión y el tiempo muerto que se da al ser desempleada.
Las condiciones son muy diferentes a las de antes, ya no me puedo quejar, aunque mi cabeza insiste en comparar todo, cada pequeño detalle y muy a mi sorpresa me di cuenta que recordaba algo nostálgica aquel viejo lugar en el que sufrí tanto.Sus cosas buenas tuvo aunque por orgullo no las reconozco, pero lo que mas extraño es la libertad que tenia.
He aprendido mucho en estos tres días, aprendí mucho de la vida y de mi en los nueves meses desempleada. Nueve meses, que ciclo mas significativo, la vida parió una nueva yo y ha dolido el proceso. Las cosas no son como antes, la perspectiva cambio, pero hay cierta parte de mi que quedo traumada, que mira con temor a su alrededor.
Hay una voz dentro de mi que me dice que lo que faltaba no era solo el trabajo, que el vació aunque mas pequeño sigue, y tengo que descrubir que es la pieza que falta., aunque ya se que es... Falta cariño alguien con quien compartir, alguien que me vea bonita..
Han sido tres días turbulentos, de mucha información por procesar, de mucho detalle que hay que adjustar...sin embargo, no he dejado de pensar en aquel me hizo sentir bonita, que veía algo en mi que no hay en las demás. Lo extraño y mucho.
Que sera de mi en lo que viene no se, pero espero encontrar a alguien que me acompañe, ya me canse de andar sola, necesito ayuda con mi equipaje mental.