jueves, 5 de enero de 2012

Recuerdo culinarios

Cuando cocino se me aparece escuchar el espiritu de mi abuelo revolviendo gallo pinto en el comal, haciendo tortillas con queso en un sarten, cuando llegaba a mi casa hacer un sopita cuando mi mamá estaba enferma o cuando me hacia aguadulce con leche cada vez que llegaba de la clinica despues de un pinchazo en ayunas.

Recuerdo ir con él a comprar ingredientes para la ensalada de los domingos,  hablando con la cajera, las  vendedoras, bucando un mejor precio y siempre saludando a donde quiera que entraba. Mis primeras clases de cocina fue con él, cuando me explico como desgranar el maíz, a picar chayotes o como saber si la sopa estaba en su punto, el me enseño como freir un huevo. 


Cada jueves cocino con mucho amor olla de carne para todos sus hijos, platanos en almibar y muchos vasos de leche, tradicion Loría. No hay ninguna sopa que sepa como esa, y ni lo volverá a haber, no hay ninguna sustancia de carne que me cure como hacian las de él, ya ni el gallo pinto sabe igual, ya las ensaladas del domingo no tiene aguacaten, ni huevo duro.

Hace siete años deje de comer un monton de comida tica porque ya no sabia como las hacia él y el no tener ese sabor en mi boca solo me recordaba que lo habia perdido y que ya no volvera.

El me enseño que el mejor condimento para la comida es cocinar con amor. Y este año la vida me lo recordo en un curso de cocina, no importa lo que se este cocinando:sopla la comida con bendiciones cocinala con amor y veras como le beneficia a todos los comensales.

Hay que aprender a escuchar los sonidos de los alimentos, seguir la intuicion con los tiempos de cocina, las especies y sobre todo hacerlo sin miedo.

No puedo creer que casi dejo que el mejor recuerdo que tenia sobre el gallo pinto (mi abuelo en el comal) por un mae y una desilucion que solo paso en mi cabeza.
Me gusta cocinar y lo hare con todo el amor que tenga adentro, cada vez que me lo pidan. Amo a mi abuelo y aun lo extraño tanto, que llore mientras escribia estas palabras, pero lo recuerdo cada vez que cocino gallo pinto, aun más cuando se lo cocino a mi abuela, que pronto se ira donde se van los viejos a reunirse con él.

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