Estos dos últimos seis meses han sido de muchos de cambios, espirituales y mentales principalmente.. y me he sentido muy bien por eso y sus efectos, ahora me siento mas tranquila, mas serena en situaciones en las que antes perdía el control.
Sin embargo, la mente me juega sucio algunas veces: quiere quedarse en el pasado y en lo malo, porque mucho fue el tiempo que me toco las experiencias malas y me acostumbre a eso. Y ella quiere regresar donde se sentía cómoda, donde tenia control y sabia que esperar.
Otras veces es más sutil, trata de verse como mi amiga pero me pone trampa, durante esos seis meses me costo aprender dejar ir, ser agradecida, perdonar y no tener miedo de mis sentimientos. Pero al tratar de ser"tan buena persona" me castigue cuando estaba enojada y triste. Tengo que comprender que esta bien enojarse solo que no hay que quedarse ahí, hay que aceptar esos sentimientos y no combatirlos, porque entre mas se evita una tormenta mas tarda en irse.
También he aprendido que uno no deja de ser uno cuando esta en problemas, cuando los enfrentas a veces te toca cambiar y tomar otra actitud pero eso no significa que dejas de ser uno mismo. Cuando pasa la tormenta hay que ver para atrás y verse objetivamente, desde afuera para darse cuenta de esto, así darse permiso de sentir pensamientos negativos y no caer en el positivismo forzado, ya que aveces hace tanto daño.
Repensando varias conversaciones con mis amigos me he dado cuenta que mi intelectualidad, racionalidad, o no se como llamarle es mi gran elemento diferenciador y sirve para bien y para mal. Muchas veces lo he usado para la defensiva, una gran barrera que no permite que la gente se acerque y me hiera.Otras veces y espero que la mayoría, ser yo hace que la gente se acerque a pedirme consejos, a tener otra perspectiva
Sea como sea, si trato de ser mas amable o bajos mis defensas, o trato algo nuevo debo aprender a ser más amable conmigo misma. A no azotarme tanto cuando las cosas no salen y darle tiempo al tiempo, y seguir aunque me duela, seguir dandole oportunidades ala vida y las personas, porque en el tiempo que me abri a los demás muchas cosas buenas pasaron y sobre todo me sentí mejor, sin mascaras o ataduras.
Así que veo los últimos acontecimientos sentimentales como pruebes donde tuve que aprender, donde di por sentado muchas cosas y asumí un montón más, pero lo que debí hacer fue poner en práctica todo el conocimiento aprendido anteriormente.
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